miércoles, 4 de febrero de 2009

INESTABILIDAD EMOCIONAL


Ayer mientras le contaba a mi amiga Pili sobre algunas decisiones que había tomado sobre lo que sentía (o no sentía) por “E” volví a mencionar las dos palabras que dan título a este post. Y es cierto. Ya con William habíamos llegado a la conclusión de que soy recooooontra inestable. Me gusta atribuir todo lo que me pasa a mi absoluta repulsión a la rutina y a mis constantes e imperceptibles cambios de ánimo. Pero si a eso le sumamos “emocional” la cosa se complica mucho más para mí, y para el resto de mortales también, porque lamentablemente mis amigos más cercanos no son los únicos que tienen que soportar largas y tediosas jornadas de explicaciones sobre lo que me sucede y los ya habituales momentos de angustia y poca lucidez que se puede resumir en “mandar todo a la mierda” (¿han sentido ese placer exquisito de decir “mandar todo a la mierda”? suena solemne, importante hasta imponente y como si todo fuera a cambiar y a ser diferente, esta vez sí) sino que el universo, inconstante, imparable y travieso hace que las consecuencias las paguen también cobradores y “guachimanes” que no tendrían ninguna vela en este entierro si no fuera porque se cruzaron en mi tortuoso camino, justo ese día o esos días (qué horrible esta frase, suena a cuando las mujeres están con la regla y hablan de “esos días”).


A lo que iba es por qué tengo esa nula capacidad a poder establecerme tranquilo y sin complicaciones. Constantemente tengo que estar cuestionándome sobre todo lo que sucede en el mundo y si sucede en MI mundo es peor porque no dejo de atribuirme teorías, conclusiones, planteamientos. A veces, todo lo atribuyo a mi condición de “hijo único” con el cargamontón que puede traer eso, es decir, los epítetos a los que ya me tienen acostumbrado como el mentado “egoísta”, “narcisista” “egocéntrico y miles de etcéteras; pero aun así no establezco una relación lógica entre ser el único y la manía (casi enferma) de complicarme por todo. ¿Y saben qué es lo peor de todo? Que no es algo hecho de manera ex profesa sino que fluye imperceptiblemente. De pronto puedo estar viviendo uno de los mejores momentos de la vida pero súbitamente me empiezo a sentir intranquilo, perturbado. Como si lo que me pasara no fuera real sino más bien una joda de Tinelli o parte de un reality show donde después veré las cámaras y me sentiré realmente estúpido y un payaso por haberme creído algo que pensé que era cierto. Y por supuesto aquí empiezan los problemas porque es como si el universo, una vez más, inconstante, imparable y travieso hicieran que esos momentos de dicha se reviertan.


Pero lo más curioso de todo esto es que no es como muchos puedan pensar, es decir, que no vivo el momento. Claro que lo vivo y soy feliz. Todos esos sentimientos de angustia vienen de repente en la noche o en los momentos (necesarios) de soledad. Y eso me asusta más. Porque me hacen proclive a sufrir de alguna depresión y no tienen idea cómo odio eso porque me cae mal la gente que se deprime. Simplemente no lo concibo. ¡Ah! Porque una cosa es cuestionarse, inquietarse pues otra de mis (absurdas) teorías dice que no podemos andar por este mundo sin cuestionarnos nada ¿no? Y si esto es hecho con un poco bastante de ironía puede ser mejor ya que no hace que pierdas la sonrisa (mis amigos puede que piensen que las jornadas de “terapia” sean tediosas pero no pueden negar que también son divertidas) pero otra muy diferente es que alguien vaya por la vida triste y pesimista frente al terrible panorama de su vida. Eso me parece patético aun corriendo con el riesgo de ser un poco intolerante.


No puedo negar que me produce un poco de envidia la gente de mi edad que logra afianzarse en algo y no hacerse bolas por todo y aunque me burle de ellos en realidad es solo una manera de decirles que también los admiro. Desde hace un año y medio más o menos evito hacerlo pero asumo que es un proceso lento y progresivo. Hasta ahora he notado una cierta evolución que incluyeron recaídas gracias a ese mundo femenino que no pocas veces se encarga de complicarnos más la existencia, sin embargo voy por buen camino. Tampoco busco arraigarlo por completo porque es parte de mi personalidad, de ese sello “Davilino” que todo el mundo identifica, pero sí intentar mantenerlo controlado aunque es también difícil cuando te encuentras con gente tan inestable como tú y te obligan a pensar que “dos errores no hacen un acierto” (gracias Pili).

Por lo pronto, con respecto a mi vida emocional y afectiva he llegado a algunas conclusiones (yo y mis teorías…no tengo solución ¿verdad?) que espero se mantengan firmes por el bien de mi estabilidad, tan venida a menos gracias a este post.

A continuación, una de las canciones que es parte de mi soundtrack de verano y que me hace, de alguna manera, más estable. Porque la música es lo único que me estabiliza, debo confesar. “Stand by me” de Oasis.


1 comentario:

Angie yuki* dijo...

iap en mi humilde opinion de humilde opinadora opinaria! :)! que en realidad te gusta tu llamada "inestabilidad emocional" que en verdad llamaria egocentrismo tal y cual lo mencionaste... pero sabes siempre es bueno una pequeña cuota de egocentrismo... y xq no?! si este es tu espacio soltarlo todo todo... peero no es muy sano vivir al rededor de si mismo si es que de verdad no te gusta y yo estoy hablando piedras ! y de veras kieres akabar con eso.. deberias empezar x ignorarlo .. asi esto se haya convertido en tu estilo de vida.. (nadie me pidio un consejo peero en fin!) :) ahh pd. te kiero mucho amigo lino x)! gg!